Sus primeros aplausos, vestida de fallera
Los primeros aplausos los recibió vestida de fallera en la calle San Vicente. Le gusta relajar cocinando arroz con acelgas. El 31 de enero estrenará en Valencia ”Un cuento de Invierno”
CHELO LLUESMA • VALENCIA
Por la calle San Vicente desfila orgullosa saludando al respetable la pequeña Magüi con sus ” moñetes ”, su traje de ” fallereta ” y de la mano de su abuela. Es la ofrenda de Valencia en un año de posguerra y la primera ocasión en que la ahora actriz Magüi Mira sintió el cariño del público.
” No puedo concretar desde que momento quise ser actriz pero sentía algo muy especial cuando todo el mundo me miraba en aquellas procesiones ”, asegura. Dice Magüi que ella era una ” niña con un punto marginal ”. No se asusten, la actriz se refiere a una actitud peculiar dentro de la escuela y a sus discusiones con el padre Espasa. En el colegio Jesús María de Valencia, Magüi puso en práctica muchas de sus dotes. La primera, su arte como pitonisa. ” Maravillaba a mis compañeras porque todos los días acertaba lo que había para comer. Además lo decía tan convencida que aunque me equivocara, siempre me creían ”. Vamos, que se metía y nunca mejor dicho, en el papel.
La valenciana recuerda con mucho cariño los años del colegio y asegura que mantiene muchas de las amigas de aquella época a pesar de los años transcurridos. Con ellas y con algunas más, alzó la copa de campeona de un torneo europeo de balonmano. ” Con el deporte descubrí la importancia del trabajo en equipo. Como aunando esfuerzos se puede conseguir algo importante. Además era un balón de oxígeno en aquella época ya que nos permitió viajar por España e incluso ir a Lisboa para jugar la final. Fue toda una experiencia ”, explica.
Por si cabía alguna duda, Magüi en el colegio también desarrolló su faceta de actriz. ” Me apuntaba a todo. Una vez hice de Antígona. Tenía que llorar y chillar. En ese momento descubrí que jugando a una mentira, si me lo creía mucho, por mi cuerpo pasaba la verdad. En realidad eso es ser actriz, poder experimentar sensaciones que posiblemente no conoceré en mi vida real ”, explica.
Pasaron los años y Magüi entró en la Universidad: ” Al mismo tiempo que me especializaba en historia medieval, participaba en un grupo de estudios dramáticos pero ni siquiera en ese momento pensaba que podría llegar a dedicarme a esto ”.
Trabajar 24 horas al día
Magüi Mira ha establecido su residencia en Madrid aunque con un trabajo así no la pisa mucho. En estos momentos dedica las 24 horas de día a preparar Un cuento de invierno, una obra de Shakespeare que dirige y que se estrenará en el teatro Albéniz de Madrid el 17 de enero. El debut en Valencia, según nos ha adelantado la actriz, será el 31 de enero en el teatro Principal.
” Madrid es una jungla de asfalto, 1 un ciudad muy agresiva. La verdad. Es que se debería vivir de una manera más relajada, más sana ”. Cuando la valenciana quiere huir del agobio toma dos direcciones para perderse. La primera hacia el norte, a un pequeño municipio de Segovia cuyo nombre no nos quiere desvelar pero que fue el pueblo de sus antepasados maternos. Allí se dedica a pasear, a conversar y lo más importante a estar con los suyos. El segundo destino, el mar; ” es una de las cosas que más se echa de menos de Valencia. No sólo ver y oler e] mar sino sentir que aunque no lo puedas observar está ahí, a un paso de casa ”, explica.
Si no es posible experimentar la brisa marina, a Magüi siempre
Magüi Mira, de niña. Sobre estas líneas,
” El mar es una de las cosas que más se echa de menos de Valencia. Ya no sólo verlo y olerlo sino sentir que está ahí ”
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